martes, 23 de febrero de 2010

No Al Redondeo

Si, alguna vez estudié Derecho Fiscal. Efectivamente, exenté esa materia. ¿Me acuerdo de algo? Hasta la pregunta es ofensiva: POR SUPUESTO QUE NO.

Bueno, sí de algo pequeño, insignificante: la deducción de impuestos. He de recalcar que si esta parte se quedó en mí poco o nada tiene que ver con buscar maneras de evadir su pago. Los que sí saben cómo hacerlo efectivamente son las tiendas, franquicias, televisoras y comercios que se dedican a promover el redondeo.

No, no nos equivoquemos, nadie regala nada en este mundo. Ni siquiera el Doctor Simi con esa pancita caguamera tan divina y su sonrisa tan encantadora que te invita a soltarle un golpe. No señores, todos están dedicados al negocio de hacer dinero, ¿por qué regalarlo?

Cada persona que dona dinero tiene derecho a un comprobante fiscal. ¿Por qué? Porque esto se deduce de los impuestos que debemos pagar. Es decir, si yo tengo que pagar 10 pesos de impuesto pero doné 9 pesos, ahora a Hacienda sólo le pagaré 1 peso y esto se logra presentando comprobantes fiscales.

Ahora bien, las notas de compra de todas estas tiendas claramente dicen "Este no es un comprobante fiscal". Entonces ¿quién deduce estos impuestos? Pues el comercio/tienda/televisora al que le redondeamos.

Ellos llegan ante Hacienda y se apropian de lo que tu donaste. Llegan y dicen "Oye Haciendo YO (Y no los clientes) doné tanto dinero. ¿Me puedes descontar mis impuestos? Si la cantidad es suficiente entonces hasta Hacienda les devuelve dinero.

Pero a tí sí te descuentan tus impuestos completitos de tu nómina y ellos reciben exenciones de impuestos por algo que nunca hicieron. La manera perfecta de hacer dinero de tu buen corazón: les descuentan dinero de algo que jamás invirtieron. No donaron nada, no regalaron nada, lo que tu regalaste de corazón lo hicieron pasar como suyo y hasta salieron ganando dinero con ello.

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