lunes, 8 de febrero de 2010

Peripecias de Abogados

Es normal que en el desempeño de nuestra profesión nos encontremos con casos raros y cosas extrañas. La vida real sobrepasa la imaginación de cualquier individuo que haya estado consumiendo hongos alucinógenos las últimas 24 horas...y si a eso le sumamos Coca-Cola pues todavía peor.

La verdad nunca me ha tocado un caso normal y antes lo justificaba pensando que los códigos y leyes simplemente abarcan un cuadro general y es mi labor como abogado enmarcar el comportamiento de mi cliente dentro de las posibilidades contempladas por los legisladores... PERO... ultimamente y gracias a comentarios de algunas abogadas que escuchan lo que hago... creo que de verdad no me toca nada normal y que el raro soy yo, pero eso será motivo de otra historia.

He aqui unas de las anécdotas mas chistosas que me ha tocado vivir:

1.- En una ocasión una muchacha, que a simple vista parecía perfectamente racional solicitó mis servicios porque... quería pelear la manutención de su Hurón. Antes de que yo pudiera hablar procedió a explicarme que entre ella y su novio lo habían comprado y que él le había jurado amor eterno y que juntos se hacían cargo de los gastos que el hurón generaba (comida, veterinario, medicinas, más comida, juguetes...) pero que desde que él terminó con ella, actuando de una manera totalmente irresponsable, no le había pasado un sólo peso para el animalito y que los gastos del hurón eran muchos.

2.- Una señora se me acerca y me dice:
-Licenciado, ¿puede divorciar al esposo de mi hija?
-Por supuesto, respondí. Su hija está de acuerdo, me imagino.
-No, no, espere, Licenciado, no de ella, de su anterior esposa. Es que cuando él le pidió matrimonio a mi hija todavía estaba casado así que a mí se me ocurrió que fuéramos a un pueblito perdido de Yucatán, ahí por el sur del Estado donde no investigan nada y se casaran, y así lo hicieron, fue retefácil. (Con una sonrisota llena de orgullo, por supuesto)
-Oiga pero...
-Pero no se preocupe, yo estoy bien informada y ya sé de buena fuente que su primera esposa ya tiene a alguien más, solo que como no acabó muy bien con mi yerno pues va a querer pelear pero ella lleva las de perder porque ya lleva tiempo que están separados. (Efectivamente, dijo todo eso con un sólo respiro, mis respetos)

Bueno, hasta ahorita, y viéndonos conservadores, ya llevamos Bigamia del marido, Fraude de la mamá con toda la premeditación, alevosía y ventaja que pueda existir, ella sabe más de leyes que yo, pretende que el inexistente sea el primer matimonio y no el segundo, chance y hasta Adulterio, pérdida de la Patria Potestad... y encima enorgulleciéndose de todo ello.

-(En este momento decidí fingir demencia y simular completa ignorancia) Permítame tantito.

Mientras, saco mi lindo y precioso Código Civil, NO, no el que sirve para alucinar gente y parecer profesionales, no señor, este caso ameritaba algo más sutil, incluso hacer gala de toda mi manipulación acumulada por años de experiencia (generalmente tratando con el género femenino) y es entonces que un foquito se me prende (no, no el del celular, aunque sí lo hace, bueno a veces, cuando la gente me quiere y se acuerda de mí y me timbra... aunque sea para mentármela, en fin).

Dicho ésto, saco mi arma secreta, guardada desde años atrás con sumo cuidado. Una reliquia de verdad, un gran tesoro. Damas y caballeros presentes, pónganse de pie y denle un fuerte aplauso a el grandioso y único: Mi Primer Código Civil. (sí, lo pude haber dicho simplemente así, hace exactamente 9 líneas atrás pero... ¿ y dónde queda la emoción?)

Sí señores, el primerito, ese lleno de esperanzas y emociones, ese que uno toma la primera vez en sus manos y siente que contiene todo el conocimiento que te va a hacer un gran abogado en el futuro, el que te va a dar las armas para ganar grandes juicios y sobretodo HACER JUSTICIA (sí, yo mismo me estoy riendo ahorita, no son los únicos). En fin, lleno de todo eso y... también marcador de tinta permanente, marcador fosforescente, líneas subrayadas con pluma azul, negra y/o roja, miles de dobleces en todas las páginas, comentarios estúpidos escritos a lápiz para evitar el sueño, el típico corazoncito y el nombre de la chava que te gusta escrito mil veces, un recuerdo del compañero de a lado que goza de rayar aún más tu código... cosa de todos los días y que la verdad lo enorgullecen a uno pero sobretodo, nos muestran como todos unos Profesionales del Derecho. Sí, mi plan estaba por surtir efecto:

Abriendo mi arma secreta frente a sus ojos, esforzándome porque ella le diera un vistazo:
-Déjeme ver, déjeme ver, sí, creo que aquí está, sí, sí, sí. Esto es. Me parece que puedo usar esta causal de divorcio, bueno, no estoy seguro... no, yo creo que sí... debemos de ganar... pero.... no, yo creo que sí... mire, aquí lo dice, en esta misma línea... ¿ya lo vió?...
-Cliente temeroso: este... yo le digo a mi hija que sí podemos contar con usted y le digo que se comunique...

Claro que nunca volvió, Gracias Dios, no hay duda de que existes y esta es la prueba más plena de todas :)

3.- Un señor vino asustado porque tenía un citatorio en el Ministerio Público y no sabía qué había hecho. Esto sí es anormal, lo juro. ¿Por qué? Simplemente porque siempre saben de qué se trata. Uno siempre sabe sus propios pecados. Aún y los que juran que no saben de qué se trata... aún a ellos puedes verles en su mirada el intento de manipulación y engaño y el querer ocultarme lo que hicieron aunque se supone que yo los debo de defender, total, cosa que nunca se le escapa a la siempre atenta y poderosa mirada del gran Licenciado Andrey Irra...ah no, este..., bueno, prosigamos.

Este señor, bueno, qué decirles de él. Es la primera vez que tengo la completa certeza de que tengo a un cliente inocente. Por fin, este era un momento único en mi carrera. Si ganaba esta demanda podría convertirse en un caso mítico, un momento épico y crucial en mi vida que sería recordado por muchas generaciones venideras.

El caso de cómo el gran Licenciado Andrey Irra (modestia aparte, claro) defendió a un inocente hasta el final y logró salir victorioso, dando nueva luz a generaciones enteras de presentes y futuros abogados, dándoles esperanza de que sí se pude defender al inocente. Después de todo, cualquiera inicia su carrera en leyes con este sueño: defender al inocente. To defend the innocent. Ahora en francés: ... bueno, ¿para qué? Si ya me entendieron :)

Y todo mi sueño era realidad hasta que nos leyeron la demanda... El vecino lo acusaba penalmente porque la planta de limones de mi cliente ya le invadía su propiedad y el causante no la había cortado aunque se lo había pedido muchas veces... claro que omitió mencionar que, casualmente, toda la planta carecía de limones precisamente del lado que estaba en casa del demandante...

Total, era inocente al fin y al cabo :)
Como Condorito ha hecho acertadamente en repetidas ocasiones: plop :)

Así como estas anécdotas tengo muchas más. Eso sin contar la vez en que casi casi, y sólo por pura nostalgia, quise pelear la custodia del Pug. Y es que extrañaba mucho a ese perrito propiedad de mi ex :)

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